miércoles, 16 de julio de 2008

INCIDENTES



Los incidentes van siempre en cuaderno a parte. Eso lo habìa aprendido en clases. Vamos a lanzar habìa dicho victor, yo aceptè al tiro. O el tiro, se dirìa mejor. Como no habìa un puto sitio, nos acomodamos con algunos amigos no mìos. Cuando me levantè para observar el baño y ver las condiciones de este, ni cagando pensè. Habìa que hacerlo afuera. Pero afuera hacìa frio, en una interrupción del baterista que habìamos ido a escuchar, decidimos hacerlo en el baño, pero nuestra mesa entera lo habìa tomado por asalto. Oe tio, ahì estàn las angelas, y sì supongo que estaban porquè yo no sabìa quienes eran las angelas. Victor se acercò y yo lo seguì, aunque unos minutos antes habìa estado tentado de escapar de allì. Después ya fue imposible. Era tan diferente cuando estabas tù. Ahora escucho mùsica cagona. Sino te hubieras ido serìa algo feliz. La cosa es que allì estaban: Angela ficta o Anita. Angela grande. Y Angela radiante. La perfección ese momento se hubiera dado si se hubiera callado ese rato el maldito baterista. Porquè angela era bella a pesar del estruendo, o sobre el estruendo se dirìa mejor. Luego victor dijo algo hermoso como que cada vez que escucha un huaynito de esos, le brotan làgrimas. Luego dijo ese es mi pata, para referirse a cierta anécdota supongo sexual de angela grande. Y asì las cosas yo sin saber que decir, victor conversando y angela doliendome en los ojos tanto que hasta perdì las ganas de tomar.
Las angelas salen a la noche para escapar de la fiesta que se torna peligrosa, y en la calle la verde policía està en redada, la calle de esa noche es la calle de las putas, y angela angelical es confundida por un tombo, que la quiere levantar junto con otras ya levantadas. Cinco o seìs meses de ejercicio, parece que no hacen formar un buen criterio. Después de aclaraciones y supongo algo de histerìa. Angela es devuelta a la noche y después de muchas risas, pienso, angela vuelve a ser ella. Tombo de mierda, pero lo cierto es que: quièn no quiere levantarse a angela. Que levante la mano, pero que no la ponga.
A esa noche victor la llamò la noche del incidente y fue la mejor llamada para esa noche. Angela me lo contò después. El dìa del incidente vestia de amarillo y negro. Y la imagino perfecta abordando los colores de la vida y de la noche.
En el karaoke mientras se esperaba la canciòn pedida, rayando el sol, con: para mi lluvia, para victor un pollo frièndose, para angela, ana y angela a que sonarìa ese anuncio de neòn. Cuando nos pasaron el micro, victor empezò a gritar màs que cantar y la gente, la escuchè, pedìa que se callara. A victor le apagaron el micro, y angela le dijo que sino querìa cantar les hubiera pasado el micro a ellas, con lo difícil que era conseguirlo. No se lo negaron cuando tocò cantar la bambola y debo decir con honestidad que me encantò su versión, y me encantò màs angela. Con esa especie de chal y ese castaño cabello. Seràn almendra o miel?. Se verà màs bello todo desde esa su mirada?.
Cuando soñaba con sangre, la sangre inevitablente era mìa. Cerrar los ojos y no enfrentarme a mis habituales pesadillas. Abrirlos y mirarla a ella serìa la forma mejor de continuar el juego. Porque hay mucho por vivir y mucho por leer y la vida no es tan corta como uno piensa. Cuando termine de leerlo los ojos se me nublaron, el pecho se me contrajo y me quedè sin respiración un instante. Lo vi caminando con el viento revolviendo syus cabellos y eterno gold coast entre los dedos. Supongo que se hubiera sacado los anteojos, los hubiera limpiado, se los hubiera puesto de nuevo y aùn asì, no lo habrìa creido. Es demasiado bella para poderla ver de cerca. Hay golpes en la vida tan fuertes yo lo sè Roberto, golpes como el de tu ausencia, como el de su belleza. Todos nos confundimos alguna vez, todos nos olvidamos alguna vez, y nos mentimos y soñamos aunque no queramos y sufrimos y después mucho después, todo lo revivimos.
La tienda no està donde estaba en la tarde que yo creì ayer. Es lejos le dije a dario y comenzamos a caminar, es lejos porque como estàbamos la distancia parecìa màs larga, donde chucha es la tienda. A lo lejos sòlo habìa una luz, esa debìa ser, allì entre esos pinos le dije y èl se apresuro. Luego me dijo que era una mierda, pensaron que querìamos robarles me dijo, yo me estaba por meter y una de ellas corriò a la puerta y la intentò cerrar, te pasas huevòn. Luego de mucho caminar y ya después de haber comprado los cigarrillos y otras notas, al volver vimos el letrero de la tienda que estaba. Cerrada, puta tienda pensè. Porque yo habìa ido por el lado de la pared y veìa a tres chicas que pensè, estaban conversando fuera de la tienda. Cuando me acerquè màs creì reconocer a una de ellas y luego reconocì a otra màs, puta madre me dije y levante la vista para decir hola y de repente: un angel.