jueves, 15 de julio de 2010

Me sorprendiò en la mañana

Me sorprendiò en la mañana. Abrir los ojos y no extender mi mano hacia la cajetilla de cigarrillos. me sorprendiò no desear el matutino cigarrillo. No porque sea difìcil dejar el cigarrillo; yo lo he dejado ya como una veintena de veces. No. Yo sigo siendo un fumador, lo he sido desde los trece años, sòlo que ahora tengo ganas de fumar uno en la noche. la gringa decìa que nadie fuma con tanto gusto como yo, nunca habìa pensado salir con alguien que fumase dijo. y yo le creì. sì, alguna noche. me sorprendiò no lanzarle la puerta en las narices a los hermanos testigos de jehova y al contrario explicarles que yo en su dios no creo y que ademàs podrìa hacer en èl ciertas cosas... supongo que un buen tiempo no volveran. me sorprendiò no encontrarme con los fantasmas del futuro, no encontrarme con la prisa, no encontrarme con el deseo. me sorprendiò saber que no soy el fumador compulsivo que decìan, y que no soy el alcoholico que creìa. me sorprendiò saber que no soy cuando pienso. que por suerte no me conozco. que soy a cada instante. es cierto: yo es otro.